martes, 18 de enero de 2011

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¡Ha salido el sol en la ciudad! Por lo demás, nada interesante.

En mi ipod suena: Bruno Mars - Grenade

jueves, 13 de enero de 2011

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Algo ha cambiado dentro de mí, ¿sabes? Y... No podría volver. No podría. No lo aguantaría.

Thelma & Louise

domingo, 9 de enero de 2011

Días oscuros

Domingo otra vez. Después de una larga semana y cero ganas de estudiar se acerca la "vuelta al cole" mañana. En mi cabeza solo visualizo planes, planes, planes, planes... Demasiadas ideas para tan poco tiempo y dinero. Pero la ilusión mantiene vivos los sueños, así que seguiré a lo mio...

En mi ipod suena: La sonrisa de Julia - Llevo tu voz

miércoles, 5 de enero de 2011

Mensajes...

Tal vez sea la distancia o tal vez parte de mi escepticismo lo que me hace ajena a todo lo que pasa al otro lado. Las redes sociales me inundan con mensajes cargados de regalos y carbón. La llegada de los Reyes Magos me sorprende más que nunca porque ya no son esos niños los que esperan con tanta ansia el día 6 de enero sino esos compañeros, amigos, conocidos que twittean o que viven en Facebook quienes abordan con tanto mensaje. ¿Qué pasa, que los demás días no existe esa magia, que solo esperamos algo? La ilusión está ahí... Pero la intención, también, y ya no somos, precisamente, niños. Es cierto que en mi familia siempre ha sido tradición regalar. Este año ha sido distinto y por ello, también lo siento diferente. En Nottingham "Los Reyes" no existen. No existen de verdad, con lo cual hoy era/es un día como otro cualquiera, igual que mañana, igual que pasado mañana.
Lo que de verdad añoro, este año más que nunca es el roscón con nata. Tendré que esperar al 2012. 

martes, 4 de enero de 2011

I still believe...

sábado, 1 de enero de 2011

Fin de año

Llegamos con prisas. Apenas nos asentamos en Notts cuando empezamos a decidir qué hacer en fin de año. Los planes por aquí pintaban aburridos, así que, de locura y sin pensarlo cogimos entradas para un barquito en el Támesis y así, empezar el año con el London Eye de fondo. Antes de entrar en la fiesta, estuvimos recorriendo calles de Londres, plagadas de gente con bebida, de prisas, nervios por coger el mejor sitio para ver los fuegos artificiales. Mientras, dimos con un gran bareto, de esos en los que te da pereza entrar por el cómo pinta... Y para mi sorpresa, fue de lo mejor de la noche. No todas las noches encuentras un ambiente tan acogedor entre camareros, clientes, cantantes improvisados y un buen Jack Daniel's. En el bote conocimos gente, descubrimos españoles, retransmitieron las campanadas desde la Puerta del Sol en Madrid y tomamos las 12 uvas antes de brindar por el nuevo año. Una hora después llegó la cuenta atrás londinense...
 Fue una noche larga, cansada pero a la vez la más emocionante y exclusiva de todas las Nocheviejas que he vivido. Diferente. Eso sí, la vuelta para llegar a casa, una tremenda y dura odisea. FELIZ 2011.